Todas sabemos que con un par de tacones cualquier vestido o
pantalón sienta mejor. No sólo dan altura a las bajitas si no que estilizan
cualquier tipo de pierna, ya sea más gordita o extremadamente delgada. Pero…
¿Cómo aguantar con los tacones puestos durante varias horas y no morir en el
intento?
Os traigo algunos trucos que sí funcionan para que os vayáis
animando a usar zapatos de tacón sin miedo a rozaduras y sin que parezcamos
patos mareados mientras caminamos.
Rayar la suela del
zapato con un cuchillo
Este truco se lo vi hace muchos años a una modelo antes de
un desfile. Observé que los zapatos que usaban las modelos para los desfiles
llevaban rayada a cuchillo la parte de la suela de delante, como si fueran un
magret de pato. Cuando le pregunté a una de las chicas que se encargan de
vestirlas esta me contestó: Claro, es para que la suela no resbale mientras
caminan.
Y es cierto. Haciendo unos pequeños cortes trasversales en
la suela de un zapato de tacón os aseguro que no hay manera de que os resbaléis
por mucho tacón que llevéis. También
existen suelas antideslizantes que podéis conseguir en zapaterías y zapateros y
que se colocan a modo de pegatina en la suela, pero creo que rallar el zapato
es mucho más barato y cuando las profesionales lo usan por algo será.
Optar por tacones
anchos
Este año estamos de enhorabuena. Los tacones anchos triunfan
más que nunca lo que hace que nuestros pies sufran mucho menos que con los
insufribles tacones de aguja.
Un tacón ancho nos da estabilidad al andar y hace que la
planta de los pies sufra mucho menos ya que podremos apoyar con mayor firmeza
nuestro talón en lugar de la punta del pie. Además, nos da estabilidad y será
más difícil que nos disloquemos un tobillo al perder el equilibrio.
Plataformas o
herraduras
Siempre que se escoja un zapato de tacón alto es importante
hacerlo con un poquito de plataforma. Vuestros pies lo agradecerán. En el
mercado tienes muchísimos modelos con un poquito de plataforma ( tampoco
queremos que seas una drag queen) que te harán la vida más fácil a la hora de
caminar. En el caso de que ya los hayas adquirido y te estés arrepintiendo de
esta compra, siempre puedes llevarlos a un zapatero y que te ponga una
“herradura” en la suela, una pequeña plataforma postiza que te facilitará
caminar con mayor soltura en tus stilettos. Las plataformas y las cuñas dan
estabilidad al caminar por lo que además de lucir con más seguridad evitarás
muchas caídas.
Zapatos que cubran
todo tu pie
Aunque el tradicional zapato de salón es quizá uno de los
más bonitos y de los que mejor sientan, si no eres de las que te defiendes con
tacones puedes optar por un zapato abotinado o directamente unos botines, de
tanta actualidad esta temporada. Al ir el pie sujeto al tobillo es más difícil
que te caigas o que no los domines y por supuesto mucho más cómodos.
Ya se que
me vais a decir que para el invierno este truco vale pero si quieres lucir
sandalias en verano también puedes optar por algunos consejitos antes de
lanzarte a comprar los primeros taconazos que ves: Busca sandalias con pulsera,
es decir, que las tiras sujeten el tobillo. Este verano estuvieron de plena
tendencia con lo que seguramente volverán a estarlo el próximo. También puedes
optar por sandalias con “escote en T”, es decir, una tira horizontal delante
que esté unida a la tira que rodea el tobillo por una tira vertical. Lucirás
unas bonitas sandalias sin miedo a perder el zapato.
Meter los zapatos
en el congelador antes de estrenarlos
Si, como lo leéis. Si metéis los zapatos en el congelador
antes de estrenarlos la piel se vuelve más blandita y se adapta perfectamente a
vuestro pie. Si ya los habéis estrenado y os aprietan un poco, también podéis
ponerlos en el congelador (protegidos de una bolsita) una horita antes de
ponéroslos y veréis que diferencia. En verano es todo un gustazo y ahora en
invierno, sacarlos un cuarto de hora antes y aunque esté fresquito veréis como
no os aprietan como antes. Si el problema es que os quedan pequeños o muy
ajustados en algunos lados, podéis poner una bolsa de congelar llena de agua y
bien cerradita dentro del zapato antes de congelarlo y este se dará de sí sin
problemas. No tengáis miedo, no se estropean tanto si son de piel como
sintéticos aunque funciona mejor si se hacen con zapatos de piel original.
Nivea por dentro del
zapato de las tiras de las sandalias
Para evitar las pequeñas rozaduras que siempre nos causan
los zapatos nada mejor que extender un poco de crema hidratante (la crema Nivea
de la tapa azul es la mejor) en el interior del zapato y en el caso de ser
sandalias en el interior de las tiras. De esta manera hay menos fricción con
nuestra piel y de nuevo se facilita que al caminar no nos hagan daño y se
adapten a nuestro pie.
También es importante hidratar el pie antes de calzarte.
Date una buena crema y deja que absorba para evitar que te resbales dentro del
zapato. Mejor crema densa que aceites o bodymilk, para evitar que parezca que
te has dado mantequilla en el pie.
Amarrar dos dedos
del pie con cinta adhesiva o esparadrapo
Este truco lo he cogido de una bloguera y la verdad es que
me tiene loca. Según parece si atamos juntos el tercer y cuarto dedo de los
pies con esparadrapo antes de calzarnos aguantamos más el hecho de llevar
tacones de infarto ya que facilita la curvatura del pie a la hora de elevarse
con el tacón. Me ha parecido un truco genial y aunque aún no lo he probado, no
dudaré en hacerlo para ver si de verdad es tan eficaz como dicen.
Un salvaslip en el
fondo del zapato a modo de plantilla
La gran Isasaweis es la artífice de que hoy os traiga este
remedio casero y practico que no se a quién se le habrá ocurrido pero por lo
que he podido leer se ha transformado incluso en uno de los secretos mejor
guardados de muchas famosas y profesionales que deben llevar tacones altos todo
el día. Mientras que las plantillas de silicona se terminan deslizando dentro
del pie y a la larga molestan, el salva slip permanece en su sitio sin
despegarse y nos proporciona una comodidad muy higiénica ya que después de cada
uso lo desechamos. El pie no se deslizará hacia delante y podrás caminar con
total comodidad.
Camina con
profesionalidad y seguridad
Muchas veces los zapatos de tacón nos hacen daño por no
caminar correctamente con ellos. No debes caminar con las rodillas rígidas ni
con el peso hacia delante. Fíjate en cualquier desfile de moda, sobretodo en la
pasarela Cibeles: las modelos llevan en todo momento la espalda hacia atrás y
las piernas por delante, algunas de manera bastante exagerada, todo sea dicho.
No hace falta que llegues a tanto pero si ir recta, con el abdomen contraído y
repartiendo el peso al caminar entre las dos caderas, pasando el peso de una a
otra, sin exagerar, que no queremos provocar a nadie… o sí, depende del
momento.
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